Capítulo 486

—Los lúgubres gritos captaron la atención de Li Jinghong —su instinto le decía que algo debía haber ocurrido—. Dejó su copa de vino tinto en la mesa y se apresuró hacia la sala ancestral para echar un vistazo.

No se atrevía a correr hacia allá, sólo podía esconderse en las sombras.

En la luz y sombra borrosa, varios hombres, como demonios, seguían golpeando sin piedad a Li Wenhao.

Li Wenhao había sido golpeado y magullado hasta el punto de que ni siquiera podía pedir ayuda, yacía en el suelo jadeando por aire, dejando que lo golpearan. Ahora, el dolor se había vuelto tan adormecedor que no tenía sensación alguna.

Cuando esos hombres vieron que Li Wenhao estaba al borde de la muerte, finalmente se detuvieron. Si Li Wenhao moría, no podrían encontrar a Li Jingming —tal resultado sería contraproducente.

—Te doy una última oportunidad. ¿Vas a hablar o no? —Li Wenhao, cubierto de sangre, apenas podía abrir sus párpados—. Yo... Realmente no sé... Mi hijo... está muerto...