—Ella inclinó la cabeza y suspiró —Papá, seguiré tus arreglos.
—Buena hija, así es, solo escóndete detrás de Papá, y deja que Papá te ayude a conseguir todo lo que quieras, ¿entiendes? —Rosie asintió —Gracias, Papá...
———
—Li Wenhao, furioso, irrumpió en la Mansión de la familia Li, deslizándose dentro.
—Aquella noche, Li Jinghong estaba de buen humor, y después de beber vino tinto, estaba completamente intoxicado, sus mejillas sonrojadas con una capa de rubor, su sonrisa más brillante que el sol mismo.
—Incluso charlaba dichosamente con los sirvientes en casa, poniendo aires de gran benefactor.
—Cuanto más veía Li Wenhao, más seguro estaba de que todo esto era obra de Li Jinghong; sin decir otra palabra, lanzó un puñetazo —¡Voy a matarte, persona cruel!