«Llévensela»

Nyx estaba fuera de su casa, su corazón palpitaba. ¿Qué estaba pasando con su hijo? ¿Cómo estaba? ¿Cómo le iba? ¿Le había ocurrido algo malo?

—Espero que esté bien dondequiera que esté —rezó, su corazón aún palpitando por cualquier razón.

—¿Estás bien, madre? —Thane apareció con una pequeña olla en sus manos.

Ella lo miró y se calmó un poco. —Oh, Thane, estás aquí.

—¿Qué ocurre? Pareces preocupada —se acercó a ella.

Ella asintió. —Estoy un poco tensa. Me pregunto si mi hijo está bien.

Él se rió nerviosamente. —Está bien. Es un lobo fuerte, ¿por qué preocuparse por él? —Tomó su mano y la condujo al interior, la sentó y fue a la cocina a dejar la olla.

—¿Qué tienes ahí? —preguntó ella con curiosidad.

—Un poco de sopa. Hace bastante frío, deberías calentarte un poco —se sentó a su lado.

Ella bajó la mirada. —Realmente lo extraño ya —olfateó—. Todavía no entiendo por qué dice que quería venganza.