Cuando Ye Yuan y Yue Jianqiu conversaban en la cámara interior, el lado de Yue Mengli ya estaba siendo completamente asaltado.
—Li-er, tu tío Jianye te ha adorado desde que eras pequeña. Las píldoras medicinales que tomaste de joven, muchas de ellas fueron refinadas para ti por el tío Jianye. En un rato, cuando nuestro yerno salga, ¿podrías dejar que tu tío Jianye lo conozca?
—¡Tonterías! En aquel entonces, cuando te enteraste de que Li-er encontró a un paleto de los Reinos Inferiores, ¡no te faltaron objeciones! Li-er, por hablar de adorarte, ¡aún es tu tío Jianxun quien más te quiere! Cuando eras joven, el tío Jianxun solía llevarte en brazos.
—Digo, hermanos mayores, ¡dejen de pelear todos! ¡La enfermedad de este hermano menor es mortal y no admite demora! —gritó Yue Jianfeng.
Este período de tiempo llenó a Yue Jianfeng de una ansiedad candente.