¡Kanuo!

Salón Marcial Divino, oscuro y sombrío.

Oleadas de auras aterradoras se filtraban desde las profundidades del gran salón, dando a la gente una sensación de inquietud.

—Vieja bruja, no escuchaste las palabras de este dios. ¿Sufriste una gran pérdida esta vez, verdad? —una voz fría se transmitió, cargada de un fuerte regocijo por la desgracia ajena.

En este momento, una voz fría y severa respondió:

—¡Humph! ¡Deja de hacer comentarios sarcásticos ahí! ¡No creas que esta santa madre no sabe lo que estás planeando!

Estas dos personas eran sorprendentemente los dos grandes fiendgods celestiales, Kanuo y Yue Ji.

—Je je, ahora que todo salió así, ¿aún no lo entiendes? Nosotros dos somos originalmente formas de vida aberrantes de esta Región del Bosque Inmortal y somos rechazados por el Dao Celestial. Por eso hemos sufrido derrotas repetidas —dijo Kanuo.

—¿Y qué? Solo basándose en esta banda de novatos de la Región del Bosque Inmortal, ¿podrían matarnos también? —dijo Yue Ji.