—No tener a nadie que les cuidara en su vejez era en verdad una preocupación tanto para el padre como para la madre de Zhou.
Tenían hermanos, pero no habían mantenido contacto debido a que sus hermanos esperaban que adoptaran y criaran a sus hijos. Aquellos con registro de hogar urbano querían que criaran a sus hijos para ahorrar dinero, mientras que aquellos sin tal registro esperaban que pudieran transformar a sus hijos en habitantes de la ciudad, disfrutando de grano subsidiado por el gobierno.
El padre y la madre de Zhou no estaban de acuerdo. Aunque eran honestos y sumisos, sabían que uno no sacrifica lo suyo por otros. ¿Iban a dejar de cuidar a su propia hija para criar a un sobrino? Imposible.
—Al escuchar las palabras de Wang Cuilan, un pensamiento surgió en el corazón de la madre de Zhou.