Pequeña Ni Yun persiguió emocionada a Goudan por el patio.
Al ver que Ni Yang regresaba, ambos, grande y pequeño corrieron hacia ella—¡Hermana Ni Yang!
—¡Hermana! —Pequeña Ni Yun extendió sus brazos queriendo que Ni Yang la sostuviera.
—Hermana Ni Yang acaba de volver de un paseo en bicicleta y está cansada. Pequeña Yunyun, ¿dejo que te sostenga yo, vale? —dijo Goudan sensatamente.
—¡Claro! —Pequeña Ni Yun asintió con la cabeza.
Ni Yang se rió mientras pellizcaba la cara de Pequeña Ni Yun—. Pequeña Yunyun, ¿deberíamos decir gracias al Hermano Goudan?
—Ye... Duoduo. —Pequeña Ni Yun, de once meses, todavía hablaba un poco indistintamente.
—Es 'hermano—corrigió Ni Yang.
—¡Duoduo! —La cara seria de Pequeña Ni Yun era demasiado adorable, te hacía querer apretar sus mejillas.
—Hermana Ni Yang, ¡Pequeña Yunyun es tan tonta! —se rió Goudan.
—Yo también creo que es bastante tonta —pellizcó la nariz de Pequeña Ni Yun Ni Yang.