144: ¡Asombrados habitantes del País M, los amantes por fin se encuentran! _4

Ni Yan se comportaba ni con servilismo ni con arrogancia, impresionando a todos a su alrededor. ¡Así que China se había vuelto tan fuerte!

—Esta bella dama, mi nombre es Sara y este es mi hijo, John. Por favor, dígame su nombre, ya que debo agradecerle de manera apropiada —preguntó Sara.

—No hay necesidad de agradecerme. Por cierto, ¿tiene usted un bolígrafo y papel? —respondió Ni Yan con una sonrisa.

Ella había salvado una vida por deber. Si poseía habilidades médicas pero se negaba a usarlas para salvar vidas, sería moralmente incorrecto.

—Sí, los tengo —Sara sacó un pequeño cuaderno y un bolígrafo de su bolsa y se los entregó a Ni Yan.

Ni Yan los tomó y empezó a escribir en el papel. Después de unos dos minutos, le devolvió los objetos a Sara. —Esto es una receta. Si la llena y sigue las instrucciones de hervirla con agua, tres días de ingestión consecutiva desintoxicarán completamente el cuerpo.