—Sí, sí, sí —asintió Xiu Yingying con la cabeza.
—Lo siento, solo nos queda suficiente crema humectante blanqueadora y crema antiarrugas para los que ya están en la fila. Ustedes dos pueden regresar y comprar el día 5 del próximo mes —continuó la vendedora.
—¿Está agotado? —dijo Xiu Yingying con sorpresa.
—Sí.
—¿Cómo puede estar agotado? Señorita, ¿puede ayudarnos? Venimos desde muy lejos, y no es fácil para nosotros venir todo este camino... —suplicó Xiu Yingying a la vendedora, con la esperanza de que pudiera hacer una excepción.
—Lo siento, pero tanto la crema humectante blanqueadora como la crema antiarrugas son ediciones limitadas. No puedo hacer nada al respecto —había encontrado muchos clientes así la vendedora.