Ella estaba demasiado avergonzada para enfrentarse a sus padres.
—Entonces no vuelvas a tu lugar, ¿por qué no vienes conmigo a mi casa primero? Puedes quedarte conmigo esta noche. —dijo Ni Yang.
—De acuerdo. —asintió Li Ronghua.
—Wu Daming, ¿podrías ayudar a empujar la bicicleta de la Hermana Ronghua? —dirigió su mirada Ni Yang a Wu Daming.
—Sin problema. —Wu Daming empujó rápidamente la bicicleta y los siguió.
Una vez llegaron a la residencia de la familia Ni, Wu Daming estacionó la bicicleta en el patio y se despidió de Ni Yang.
—Wu Daming, gracias por tu ayuda esta noche. Te agradezco que trajeras a la Hermana Ronghua de vuelta. —dijo Ni Yang.
—Cuñada, no tienes que ser tan formal conmigo. Me voy entonces.
—Ten cuidado en el camino. —asintió Ni Yang.
Después de que Wu Daming se fue, Ni Yang llevó a Li Ronghua a su propia habitación, y luego fue a informar a Ni Cuihua.