184: Shangguan Furong se disculpa en la puerta_3

Emily recoge una flor de Camelia y la coloca detrás de su oreja. —Ni Yang, ¿me veo bien así?

—¡Hermosa! —Ni Yang asiente.

—Tú deberías ponerte una también. —Emily arranca una Camelia y la sujeta a la oreja de Ni Yang—. ¡Ni Yang, tú también te ves preciosa!

La Camelia, ya de por sí una flor brillante y llamativa, ahora, prendida a la oreja de Ni Yang, parece algo apagada y sin brillo.

¡Quizás esto es lo que significa la frase, «la belleza palidece ante ella»!

Poco después, Emily junta un puñado de flores de Camelia.

—Ni Yang, ¿qué es esto? —De alguna manera, Emily ha logrado arrancar un puñado de frutos de espino.

—Esto es espino. No está nada mal, pruébalo —sugiere Ni Yang.

La Montaña Jinghua es rica en recursos, no solo se encuentra Camelia, sino también frutos de espino.

Los pequeños espinos crecen de manera muy delicada, pareciendo manzanas en miniatura.

—¿Puedo comer esto? —Emily mira a Ni Yang con sorpresa.

—Hmm. —Ni Yang asiente.