—La costa está despejada. Pero vi un barco. El mismo barco que poseían aquellas ninfas, a 400 metros de aquí —dijo el explorador de seguridad mediano a su líder.
Después de que el explorador de seguridad mediano dijera estas frases a su líder, el líder reflexionó un poco antes de ordenar:
—Pongámonos en marcha. Solo tengan cuidado y busquen rastros del grupo del Decano.
—Pero, ¿y esas ninfas? Van a matarnos —los guardias Medianos preguntaron ansiosamente.
—Mientras no las provoquemos, estaremos bien.
—Pero... —los medianos todavía dudaban.
—Al menos una de las suyas nos salvó. ¿Y vieron a alguna de ellas matar siquiera a uno de nosotros en la orilla? —el líder se burló, recordando a todos aquellos que habían caído y la decisión de Dranax de despreciar las vidas.
El semblante de los Medianos se tornó solemne, lo que hizo que el líder suspirara:
—Basta de hablar y solo sigan mi mando.