En algún lugar cerca del límite de la Llanura del Desierto, tres figuras de aspecto humano vestidas de túnicas blancas se detuvieron y observaron.
Si Chunhua estuviera aquí, reconocería los patrones hexagonales en sus túnicas blancas con ribetes púrpura.
Eran aprendices del Templar de Luz, los que deberían haberse encontrado con Xun Mingsheng y la razón por la que él pudo adquirir la clase de Caballero Templario.
—¿Has visto algo así antes? —preguntó el más alto con incredulidad.
—Nada de esa magnitud, Barón —respondió el que estaba a su lado, también bastante incrédulo—. Y nunca he visto un núcleo de monstruo emitiendo una luz dorada brillante.
Aparte de la presión de la Calamidad del Trueno, no podían sentir ni una pizca de energía maligna.
Estos motivos los dejaron perplejos. Sin embargo, esto no les permitía hacer la vista gorda.
Como alguien del Templar de Luz, su principal propaganda era mantener la paz en el mundo y eliminar todos los monstruos que amenazaban esa paz.