Taller de Alquimia

La cáscara de fruto de cacao cristalizado era muy difícil de romper con un cuchillo ordinario.

Haoran tuvo que usar el que Dalloram hizo.

Contrario a la cáscara que parecía vidrio, su interior era como el de un fruto de cacao normal, pero cada uno de los granos brillaba como perlas blancas y emitía un aroma terroso.

Haoran raspó los granos en un plato para secarlos más tarde.

El fruto de Leche de Whitehill, del tamaño de un puño y color melocotón, por otro lado era una maravilla para él.

Si no fuera por el zorro blanco, no sabría cómo manejarlo.

—¡Es Leche de Whitehill! Me criaron con esos frutos desde que era un cachorro pequeño. La savia dentro sabe dulce y cremosa. Necesitas hacer un pequeño agujero en la parte inferior y apretarlo, así la leche saldrá —instruyó Pequeño Mantou antes de lamerse los labios.

Haoran siguió debidamente lo que dijo el zorro.

Gota-

Gotas de leche caían en el cuenco.