—Mm-hmm —asintió Lin Qingluo obediente, sus cejas curvadas en una dulce sonrisa, luciendo extremadamente adorable.
—Qingluo, almuerza hoy en el patio de la abuela. Abuela ha preparado muchos platos deliciosos para ti, y los pequeños también estarán allí. Comerán juntos en una mesa —los hijos del Clan Lin estaban luchando en batallas, y no era fácil criar niños pequeños en las duras condiciones de las fronterizas.
Por eso, fueron enviados de vuelta a la residencia del Duque de Zhen para ser criados bajo el cuidado de sus abuelos hasta que cumplieran dieciséis años.
Como la Duquesa de Zhen amaba a su pequeña nieta, quería que ella tuviera más contacto con sus hermanos y fomentara su relación. Sin más discusión, tomó la mano de Qingluo y la llevó consigo.
Mientras caminaban, la anciana usó su autoridad dominante de suegra para advertir al resto del grupo. El significado era claro:
—Su pequeña nieta almorzaría con ella, y nadie más podría objetar.