—¿Oh? ¿Existe un lugar tan maravilloso? —Al escuchar esto, los ojos de Lin Xiaoyang se iluminaron y su ánimo se elevó.
La sonrisa de Lin Qingluo era radiante:
—Este valle está en la Cordillera de Qilian, a menos de diez millas de la Aldea Woniu. Las montañas son altas y escarpadas, pero el interior del valle es como la primavera durante todo el año. No solo hay arroyos y bosques de bambú, sino también un gran jardín de hierbas milenario. El suelo es fértil, lo que lo hace especialmente adecuado para el cultivo de cereales y verduras. —Las palabras conmovieron a Lin Xiaoyang:
— Recuerdo que los ancianos decían que existe un paraíso, intacto por los humanos, en el corazón de la naturaleza donde es primavera todo el año. Era escéptico entonces, pero si Qingluo lo dice, debe ser cierto.
—Padre, he estado pensando, este valle ha estado en desuso durante muchos años, es un gran desperdicio de recursos. —Lin Qingluo, radiante, dijo: