—Hecho por la Abuela Liu —El Pequeño Príncipe hinchó sus mejillas, mirando su sonrisa poco sincera.
—¿Vino la Abuela Liu al valle? —Lin Qingluo preguntó instintivamente.
—Hermana, tu mente está llena de investigación de medicamentos, ¿ni siquiera recuerdas que Tía Li visitó el valle ayer? —El Pequeño Príncipe se tocó la frente impotente—. El panecillo fue especialmente traído por Tía Li ayer, para que tú lo comieras. Dijo que era bolsa de pastor recién recogida, hecha en un pan de cerdo, pidiéndote que probaras la frescura.
—Oh, cierto, mamá vino ayer, lo olvidé —Lin Qingluo parpadeó, recordando que tal evento había ocurrido.
—Hermana, no solo pienses en hacer medicina todo el tiempo —El Pequeño Príncipe estaba ansioso—. Si continúas así, realmente arruinarás tu salud.