—Incluso nuestros hermanos podrían no ser capaces de ganarle a la Hermana Qingluo en artes marciales, ¿entonces por qué debería competir yo con ella? —Lin Jinlei no era tonto, al transferir la responsabilidad a sus hermanos mayores.
¡Sus palabras provocaron un gran alboroto!
El espacioso salón se quedó instantáneamente en silencio.
Lin Jinyun, Lin Jinlong, Lin Jinyang y Lin Jinpeng, los cuatro inocentes hermanos, tenían todos expresiones sombrías en sus rostros.
Lin Jinyu también fingió estar pensativo, evaluando la veracidad de la afirmación.
Estaba orgulloso de sus excepcionales habilidades en artes marciales, destacando sin lugar a dudas entre sus pares.
Sin embargo, cuando se trataba de competir contra su hermana, quién ganaría era incierto.