—¿Por qué?
Lin Jinyun tampoco entendía y no podía comprenderlo.
Lin Jinyu frunció el ceño:
—Nosotros, los hermanos, nos turnaremos para luchar, así que no hay necesidad de alargarlo deliberadamente y cansar a Qingluo.
—Eh...
Los dos hermanos estaban avergonzados, con las orejas enrojecidas.
Lin Jinyun se rascó la nuca y sonrió amargamente:
—Hermano mayor, lo siento, me olvidé de eso.
Lin Jinyu tenía un temperamento gentil y no le importaba mucho:
—Cuando los hermanos practican, se detienen al hacer un punto. Qingluo debe estar pensando lo mismo y no les permitirá perder demasiado mal.
—Mm, ahora entendemos.
Lin Jinyun y Lin Jinlong asintieron seriamente, luego llevaron a sus dos tontos hermanos menores para recordarles solemnemente que no actuaran imprudentemente y lastimaran a su hermana.
—Hehe, hermano mayor, no te preocupes, Jinyang entiende y no actuará imprudentemente.