—Estás siendo traviesa otra vez.
—Lin Jinyu le dio un leve golpecito en la frente de manera casual, sus marcadas cejas y ojos brillantes revelaban inadvertidamente su profundo afecto por ella.
—Jinyu no irá, Jinyun y Jinlong te acompañarán.
—Lin Xiaoyang todavía estaba preocupado. Ellos te han acompañado en tus aventuras antes, son calmados y confiables. Con ellos, el Viejo Maestro y el Duque de Zhen también estarán tranquilos.
—Está bien.
—Lin Qingluo asintió obedientemente con la cabeza. Siguiendo los deseos de mi padre, haré que mis dos hermanos me acompañen.
—Quédate en casa un poco más, tu hermano mayor acaba de volver y ya te estás yendo.
—Lin Jinyu no soportaba separarse de su hermana y no podía evitar sentir tristeza ante la idea de su próxima separación.
—No hay prisa por el tesoro, no es tarde para partir después del Festival de Mediados de Otoño.