Noveno Tío Lin recibió la aprobación de su sobrina, sus ojos brillaban de emoción:
—Siguiendo el ejemplo de las granjas, dividiremos la tierra y les permitiremos cultivar por su cuenta. Cada año, recolectaremos algunos granos para utilizar como suministros militares.
—De esta forma, también podrán ser retiradas las mil personas restantes.
Lin Jinxu añadió con una sonrisa:
—Reasignándoles a la defensa fronteriza de Beiqi, aliviando la presión allí.
—Este es un plan excelente.
Los ojos de Lin Qingluo se iluminaron, su espíritu se elevó:
—En el futuro, conforme más personas lleguen y se formen grandes aldeas, este lugar se volverá cada vez más vibrante.
—Justo como el Cañón Místico.
Lin Jinlong intervino con una sonrisa:
—Transformándose en una Tierra del Durazno en Flor que todos envidian.
—¿Tierra del Durazno en Flor, eh?!
Los ojos de Lin Qingluo de repente brillaron, mostrando una pizca de alegría.
—Hermanita, ¿has pensado en otra buena idea?