Capítulo 383: No se pueden ocultar secretos

—Sí, ¿qué pasa?

—Lin Caisang asintió, su posesión actual no era menor a decenas de miles de monedas de oro, las cuales solo se podrían obtener normalmente después de varios días. Recientemente había tomado muchas tareas, todas ofrecían generosas recompensas. Era bastante bueno, ¿no es cierto?

—¿Piensas dejar que todas esas monedas de plata se queden allí sin gastar? —le preguntó Ya Molian de nuevo.

—Lin Caisang: "!!!"

—¡Sin gastar! ¿Qué diablos quería decir con sin gastar?

—Ya Molian, aclárate. ¡Cómo que mis monedas están sin gastar! —exigió una explicación de él en un tono severo.

—Su dinero, ganado legalmente, después de llegar a su boca, se decía que estaba sin gastar. ¡Qué manera de decir las cosas!

—¿Dije algo incorrecto?

—Ya Molian cogió un trozo de níspero seco de un plato de porcelana, lo llevó a su boca y continuó hablando.