—Has vuelto, Feng'er. ¿Por qué te has ido por tanto tiempo? —la Princesa Mayor levantó la vista, contemplando al Príncipe Mayor.
—Fui al palacio y de paso traje las recompensas de la chica médico —respondió el Príncipe Mayor.
Al oír sus palabras, Lin Caisang miró detrás de él, viendo de hecho a varios guardias llevando unas cajas, supuso que debían estar llenas de diez mil taeles de oro, ¿verdad?
—Tú, niño, tomando las recompensas sin pensar, tu padre el emperador te regañará —la Princesa Mayor, aunque regañando al Príncipe Mayor, no podía evitar sonreír.
Estar en el palacio no es fácil.
Justo como esta vez, después de que Lin Caisang curó su veneno, el Emperador y la Emperatriz admiraron las habilidades médicas de Lin Caisang y querían mantenerla en el palacio.
Conociendo a su hermano, seguramente aprovechó esta oportunidad de Lin Caisang yendo al palacio a recibir su recompensa para mencionar su reclutamiento, y luego retenerla directamente para uso futuro.