Capítulo 517: ¿Todavía hay esperanza?

—Mmm, está bien, déjame echar un vistazo primero —dijo Lin Caisang. Se levantó, extendió sus manos y le pellizcó el brazo unas cuantas veces. Cuando tocó ciertos puntos, lo vio hacer una mueca de dolor, su frente se cubrió de sudor frío, pero aun así apretó los dientes sin emitir sonido alguno.

—¿Te duele en estos lugares? —preguntó después de presionar suavemente esos puntos otra vez.

—Sí, es más o menos esa área. Duele terriblemente con el menor movimiento —respondió Ya Guman.

—¿Has consultado a un médico antes? —preguntó Lin Caisang nuevamente.