—Papá, ¿a dónde vas? —Padre Ya observó a su propio padre dirigirse apresuradamente hacia la puerta del patio y asomó la cabeza desde la esquina del patio para preguntar.
—Ocúpate de tus asuntos, ¿necesito tu opinión cuando estoy manejando asuntos? —El Jefe del Clan Ya se sentía tenso y tenía una acumulación de frustración sin ningún lugar donde desahogarse. Al oír la voz de su hijo, aprovechó la oportunidad para desahogar su ira.
Padre Ya, regañado estupefacto, se volteó hacia su hijo Ya Yulan.
—Yulan, ¿qué le sucede a tu abuelo?
—Papá, no le prestes atención. Él y Yu Ju están locos por la plata —Ya Yulan sostenía un libro en su mano, leyendo mientras respondía a su padre.
Esperaba con ansias el resultado de las travesuras de este abuelo y nieto. Habían estado alardeando de su poder como jefe del clan, intimidando a todos, completamente engreídos.
Ahora su abuelo había comenzado a actuar como un tirano del Pueblo Ya.