—¿Ciervos?
Al escuchar la palabra 'ciervos', los ojos de Lu Qiubo brillaron.
Era vieja y nunca había visto un ciervo en su vida a pesar de su edad. Aunque se suponía que los ciervos iban a llegar a su casa al día siguiente, nada la detuvo de ir a verlos de inmediato. Ansiosamente tiró de su nieta para ir a echar un vistazo.
—Molian, ¿tú atrapaste estos? —al mirar los dos ciervos encerrados en el cobertizo de paja, la felicidad llenó el corazón de Lu Qiubo.
—Sí, Abuela Qiubo. —Ya Molian asintió. En público, todavía se refería a Lu Qiubo como Abuela Qiubo. Solo después de formalizar el compromiso podría llamarla Abuela. Estaba completamente consciente de estos protocolos sociales.
—Los ciervos son vistos como animales auspiciosos. Tenerlos en la casa también es algo bueno, Abuela Qiubo. Además, estos son una pareja de ciervos, así que podrían tener crías en el futuro.