—Tía, has pasado por momentos difíciles estos años. Mi hermana es ignorante, y nosotros, la Familia Ning, os hemos fallado a ti y al tío, hemos fallado a Haotian y también a mis sobrinos. Estoy aquí para ofrecer mis disculpas —dijo Ning Hongda.
—Eso ya es cosa del pasado, y los niños ahora están muy bien. No hablemos de estas cosas hoy y seamos felices en cambio —dijo Zhou Guifang.
—La tía tiene razón, hoy debemos estar felices. Xuyuan no lo ha tenido fácil; todos estamos felices por él —intervino Zhang Yuehua.
—Todos los niños son buenos, y Xuyan también está haciendo un gran trabajo. Su maestro lo ha elogiado mucho, y hasta dijo que siempre y cuando termine sus cursos de escuela secundaria y pase el examen, se le permitirá asistir a la academia de música fuera de turno —continuó Zhou Guifang.
—Eso sí que es algo, todos son buenos niños —dijo la segunda esposa de Ning Hongbo, Feng Caiqin.