Luo Qiao jugueteaba con el cable del teléfono en su mano. —No digas tonterías, ¿qué estás diciendo?
Jing Wanpeng no esperaba haberse equivocado y preguntó —Entonces, ¿por qué estás investigando a esa viuda?
Luo Qiao respondió —Está estafando a la gente, así que por supuesto tengo que averiguarlo. Además, si se confirma que no es buena, haré que lo lamente profundamente.
Jing Wanpeng no entendió lo que Luo Qiao quería decir y preguntó —¿Cuál es la situación real?
Luo Qiao sintió que no había nada que ocultar sobre este asunto. Aunque era vergonzoso, no podía culpar a su tío mayor, así que brevemente relató el incidente.
Jing Wanpeng dijo —Entiendo, te conseguiré la información lo antes posible.
Cuando llegó a casa, Zhou Guifang dijo —Qiaoqiao, ve a hablar con tu tía. Yo iré a hacerle unas empanadillas para comer.