Ning Hongda se giró con desilusión y desamparo, —Xueling, ¿cuántos años tienes? ¿No puedes madurar un poco? Todos estos años, ¿solo has envejecido sin adquirir sentido común? ¿No puedes actuar como una persona normal?
Si sigues comportándote así, quién sabe cuándo incluso perderás tu empleo. Me gustaría ver qué harías entonces. ¿Crees que Wei Zixiong puede mantenerte? ¿O estás contando con tus hijastros?
Si te atreves a tocar la puerta de Xuyan, no digas que no te advertí. Tu ex suegra podría despedazarte con sus propias manos. Inténtalo si no me crees. Solo trata de ser una persona decente, ¿de acuerdo?
—Hermano Mayor, ¿cómo puedes hablarme así?
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En la casa de la Familia Wei, Wei Hongyan miraba a Wei Zixiong, quien estaba sentado en el patio fumando, —Papá, ¿no vas a traer a esa mujer de vuelta?
Wei Zixiong escuchó las palabras de su hija, ni siquiera levantó la cabeza, —Es mi asunto, no el tuyo. Ocúpate de tus propios asuntos.