—¿Por qué estás vestida como una sirvienta? —Daohua se acercó a Dong Yuanyao con una mirada de asombro—. ¿No habrás escapado a escondidas, verdad?
—¿No es esto para verte a ti? —le dio una mirada de '¿todavía lo preguntas?' Dong Yuanyao.
—...Si tu madre se entera de esto, va a castigarte de nuevo —dijo Daohua.
—No, no lo hará. Estos días, no, realmente, durante el último mes o dos, mi madre ha estado tan ocupada que no ha tenido tiempo de prestarme atención —rió Dong Yuanyao.
—¿Con qué está ocupada tu madre? —preguntó con curiosidad Daohua.
—Obviamente, está ocupada con el matrimonio de mi hermano. Piénsalo, incluso tu hermano mayor, que es más joven que el mío, ya está comprometido. Mi madre debe estar apurada, ¿verdad? —respondió Dong Yuanyao.
—¿No vas a regresar a Pekín para encontrar una novia? —dijo Daohua.