—Nuera, ¿cómo te sientes ahora, el dolor ha parado, no es así? —Han Yu cuidadosamente limpió la frente de Su Wenyue, la cual ya estaba empapada de sudor.
—Mucho mejor ahora, todo gracias a las pastillas medicinales del Doctor Mu. El dolor ya ha disminuido, estas pastillas realmente son bastante notables —asintió Su Wenyue con la cabeza.
—El Doctor Mu es un Médico Divino, sus habilidades médicas ni se necesitan mencionar, cuidar de tu pequeña lesión apenas es un desafío para él. Ahora veamos si te atreves a actuar imprudentemente otra vez. ¿Crees que te disciplino sin razón? Es todo por tu propio bien, aún así tomas mis palabras como si fueran solo una brisa pasando por tus oídos, sin darte cuenta de su importancia hasta que sufres por ello —Han Yu había aprovechado el momento para enseñarle una lección a su nuera, su tono llevaba un atisbo de dolor en el corazón.