—¿Reverencia?
Mo Yan frunció ligeramente el ceño, comprendiendo rápidamente los entresijos de la situación, y no pudo evitar reírse. Sin sus experiencias de vidas pasadas y la certeza de no poseer habilidades especiales, ella también habría creído que Mo Yongxi saliendo disparada inexplicablemente y vomitando sangre al intentar dañar a Mo Yan era una retribución divina y habría creído firmemente estar protegida por los dioses. No era de extrañar entonces que esta gente reaccionara de esa manera.
—Queridos tíos y condes —comenzó Mo Yan—, recién han sido testigos de las acciones de mi prima. Solo me pregunto si habrá ofendido a alguna deidad de paso, lo que le causó escupir sangre y caer en inconsciencia. Cuando el jefe del pueblo y el Segundo Abuelo Mayor lleguen, espero que puedan ayudar a dar testimonio para prevenir cualquier malentendido de que mi familia le causó daño. Les agradezco a todos de antemano.