Sí, hubo una pelea de verdad. Yang Baifu originalmente se sentía algo culpable hacia Yang Baichuan; después de todo, realmente le pegó fuerte, y era bastante posible que su segundo hermano se convirtiera en un eunuco. Sentía que ni siquiera sus padres podrían perdonarlo por eso.
Pero entonces la Familia Feng se acercó y le arañó la cara, lo cual no pudo tolerar. Tener un trozo arrancado de su oreja ya era desfigurante, y si además le causaban más cicatrices…
Yang Baifu dependía de su apariencia para sobrevivir, después de todo. La viuda Lu había dicho que especialmente amaba mirar su rostro.
Entonces, cuando la Familia Feng fue implacable en su intento de desfigurarlo, Yang Baifu explotó. Sosteniéndose, saltó a sus pies y la abofeteó en la cara —Maldita sea, si ese bastardo de Yang Baichuan se atreve a competir conmigo por una mujer, se merece quedar lisiado… y si te atreves a ponerme un dedo encima de nuevo, te dejaré lisiada también…