Xiaolun sacó su lengua bífida, pensando que el viejo era lo suficientemente sensato como para no tentar la suerte. Afortunadamente, cuando conoció a esta chica por primera vez, sus habilidades eran mediocres y su velocidad no había alcanzado su máximo. De lo contrario, la chica habría sido mordida hasta morir hace mucho tiempo, y ella no la habría reconocido como su maestra.
—Viejo, no deberías estar practicando medicina, deberías contar historias. Ese cuento fue fascinante... —Yang Ruxin se rió. Si fuera la sociedad moderna, podría convertirse en un novelista de internet y atraer innumerables fans con un título como "Aventura de Viaje en el Tiempo del Huevo de la Serpiente Antigua".
—¿No me crees? ¿Realmente no me crees? —Dao Xuzi perdió completamente los estribos.
—Creo —Yang Ruxin hizo un gesto con la mano para calmarlo—. No te precipites, el veneno de serpiente está bien, pero no te daré a Xiaolun. No termines cocinándola...