Lu Qingyi

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【1v1, ambos consentidores, texto limpio, hombres guapos y mujeres feroces】 Se rumorea que la Señorita Lu no tiene talentos, no es buena estudiante, es arrogante y no le importan los demás... —Un cierto hombre, ajustándose las gafas, la mima y dice:
—Está bien, aún así quiero consentirla.
¿Sin talento? —Un día, una pieza de piano tocada por Lu Qingyi dejó asombrado a todo el círculo del entretenimiento.
¿Mala estudiante? —El Director Hardrick, con una cara aduladora, seguía detrás de Lu Qingyi, preguntando obsequiosamente:
—¿Querida Qingyi, cuándo volverás a la escuela a enseñar?
¿Arrogante? ¿No le importan los demás? —Xu Boyan dijo con afecto consentidor:
—Esos son privilegios que le ofrezco yo. ¿Tienes algún problema con ello?
—Jefe, nuestra red de inteligencia ha sido vulnerada —dijo uno de los subordinados cautelosamente.
—¿Ah? Lo siento, se me resbaló la mano —Una cierta Señorita levantó su pata con despreocupación.
—Nene, ¿cuántos alias en línea tienes? —preguntó un cierto hombre, con una sonrisa de mimo dibujada en sus labios.
De repente un día, Lu Qingyi descubrió que su identidad no era la que ella creía.
【Esta es la historia de dos grandes figuras desenmascarándose mutuamente. Si no es de tu gusto, abstente de hablar mal. Gracias.】
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Desvela sus identidades secretas

Lu Yao y Yao Meishu estaban dentro de la oficina del Director de la Universidad de Pekín, llevando una gran bolsa de bocadillos y frutas. El Director los saludó calurosamente.


Ambos habían sido graduados destacados de la Universidad de Pekín antes de que el actual Director asumiera su cargo; también había enseñado a Lu Yao y a Yao Meishu, aunque no estudiaron la misma carrera.


—Jamás me imaginé que después de tantos años, ustedes dos terminarían juntos, casados y con un hijo —comentó el Director, emocionado.


El tiempo realmente vuela; en un abrir y cerrar de ojos, habían pasado más de veinte años.


Hace más de veinte años, había sido un joven orgulloso. Ahora, veinte años después, su cabello era blanco, era viejo.


—Recuerdo que fuiste tú quien persiguió a Meishu en aquel entonces. No puedo creer que realmente la conquistaras —bromeó el Director, burlándose de Lu Yao.


430 vio a Gu Yansi