—¿Lo escuchó? —preguntó.
—Lu Qingyi acaba de llamarlo papá. Recién ahora lo llamó papá.
—¿Quizás está alucinando? —se preguntó.
—Había estado esperando tanto tiempo, y siempre anticipaba que Lu Qingyi lo llamara papá, pero nunca sucedió.
—Estaba tanto esperanzado como decepcionado.
—No se atrevía a pedirle a Lu Qingyi que lo llamara papá, porque sentía que no tenía derecho a hacerlo.
—¿Qué... acabas de llamarme? —La voz de Lu Mohai temblaba ligeramente mientras miraba a Lu Qingyi y preguntaba.
—De repente tenía miedo de que solo estuviera alucinando. No se atrevía a creer que Lu Qingyi acababa de llamarlo papá.
—Papá, te llamé Papá —Lu Qingyi miraba a Lu Mohai, hablando despacio.
—Al ver lo emocionado que estaba Lu Mohai, Lu Qingyi de repente se sintió muy culpable. Debería haberlo llamado papá antes.
—Hija, Qingyi, mi hija... —Los labios de Lu Mohai también temblaban. Miraba a Lu Qingyi con incredulidad en sus ojos, mezclado con emociones indescriptibles.