—En un grupo de cinco, siempre va a haber uno que esté soltero, ¿verdad? —Lu Qingyi se tapó la boca y se rió. Las palabras de Wen Wanyu eran, de hecho, lógicas, lo que la hizo reír.
—Exactamente.
—De los cinco, solo Lu Mohai está soltero.
—Lu Mohai: "..."
—Papá, mamá nunca va a volver —Lu Qingyi sacudió la cabeza, lo miró a Lu Mohai y dijo, sintiendo que realmente él podría encontrar a otra persona.
—La vida es larga y no hay necesidad de que Lu Mohai esté siempre solo.
—Yiyi, tú no entiendes. Cuando te enamoras de alguien, lo haces con todo tu corazón y nadie más puede caber en tu mirada. No me conformo con menos, así que no elijo conformarme. Aparte de tu madre, para ella, todos los demás son solo un compromiso —Lu Mohai movió la cabeza sin esperanzas, una sonrisa amarga apareciendo en sus labios.
—Sí, no puede olvidar —Lu Qingyi suspiró profundamente, entendiendo todo lo que Lu Mohai había dicho.