—Xu Boyan, bájame. —Lu Qingyi abofeteó el brazo de Xu Boyan y habló.
—Era de día, y estaban en la calle, lo cual era francamente embarazoso.
—No te preocupes, no pesas mucho. —Xu Boyan miró a Lu Qingyi con una sonrisa, su sonrisa muy indulgente.
—Quería llevar a su joven amigo por siempre.
—Puedo caminar por mí misma. —Lu Qingyi pellizcó el brazo de Xu Boyan, frunciendo el ceño.
—Solo quiero abrazarte. —El agarre de Xu Boyan en Lu Qingyi se apretó, una sonrisa satisfecha tirando de sus labios.
—De hecho, quería simplemente llevar a su joven amigo y nunca soltarlo.
—Lu Qingyi enterró su cara en los brazos de Xu Boyan, sosteniendo su cuello con fuerza, su cara llena de una cálida y hermosa sonrisa.
—Conocer a Xu Boyan fue su buena fortuna durante tres vidas.
—En esta vida, tener a Xu Boyan era suficiente.
—Xu Boyan, ¿quieres tener un bebé conmigo? —Lu Qingyi levantó la cabeza y preguntó a Xu Boyan con ojos sinceros.