Cuando Xu Boyan había regresado de atender asuntos, la mañana ya había cedido el malestar de Lu Qingyi.
Ella estaba concentrada en analizar datos, constantemente comparando y ajustando, formulando un fármaco.
Dedicando toda su atención a ello, estaba muy seria.
Con la cabeza baja, sus largas pestañas caídas, sus manos se movían rápidamente en un patrón constante. La seriedad en su comportamiento la hacía aún más hermosa.
Xu Boyan se acercó de puntillas a Lu Qingyi. Tan absorta estaba en su trabajo que no notó su aproximación.
Cuando alguien vio a Xu Boyan y quiso saludarlo, él puso su dedo índice en sus labios, indicando que se callaran.
—Xiaojin, este análisis del componente está incorrecto, tú te encargas —sin levantar la cabeza, Lu Qingyi colocó un informe detrás de ella y comentó con frialdad, muy en serio.
—De acuerdo —Xiaojin se apresuró a recoger los materiales, mirando a Xu Boyan, con las palabras atrapadas en su garganta.