La sensación de 584 hogares

Lu Qingyi recibió el alta médica del hospital por la tarde. Había estado esperando toda la mañana con anticipación a su regreso a casa, sin querer estar más tiempo acostada en el hospital.

No le gustaba la atmósfera del hospital, que estaba cargada con el abrumador olor de los desinfectantes.

El médico estaba emocionado de despedir a Lu Qingyi. Solo después de saber que ella era "Doctora L", se sorprendió de que la rumoreada Doctora L fuera una joven dama todo el tiempo.

—Descansa bien en casa de ahora en adelante, ¿de acuerdo?

Con su brazo alrededor de la cintura de Lu Qingyi, Xu Boyan habló de manera calmada y cariñosa.

—Si no, se preocuparía.

Lu Qingyi respondió fácilmente:

—De acuerdo.

El embarazo ni siquiera había avanzado tres meses todavía. Con tanto tiempo por delante, ¿quién podría saber con certeza qué podría suceder en el futuro?

La respuesta era incierta.