Lu Qingyi enojado

—No es que no me gustes. Simplemente siento como si estuviera viviendo en un sueño, un sueño que he estado esperando. Dudo en comprometerme porque temo que una vez que lo haga, el sueño terminará.

La expresión de Li Xiyi era seria, una leve sonrisa en su rostro transmitía una dulzura sutil.

Sí, ella alguna vez había soñado con que ella y Jiang Chengyuan se encontraran, estuvieran juntos, y él la propusiera matrimonio. En el momento en que estiraba la mano para aceptar el anillo de compromiso, se despertaba del sueño.

Esto había sucedido numerosas veces, por lo que tenía un profundo temor de que esto pudiera ser solo otro sueño.

—Esto no es un sueño —Jiang Chengyuan se inclina y deja un beso suave en los labios de Li Xiyi, tan fugaz como una libélula saltando sobre el agua.

El calor le asegura a Li Xiyi que todo esto es real, no un sueño.

Después de intercambiar unas palabras, comienzan la comida.

Lu Zhizhou sirve personalmente los platos.