—Qingqing, tú eres... —Viendo cómo Shen Mingzhu miraba su vientre, Zhong Qing sonrió suavemente—. Lo descubriste.
—¿Vas a tener un bebé? ¿De cuántos meses estás? —Shen Mingzhu estaba sorprendida y encantada.
—Poco más de tres meses —Zhong Qing acarició su vientre ligeramente mostrado.
—¡Felicidades!
—Gracias.
—Hablemos en el coche, no te canses —Shen Mingzhu, apoyando a Zhong Qing, le indicó que se subiera al coche.
—Mhm.
Desde el momento en que se subió al coche, Shen Mingzhu habló sin parar, como si quisiera meter todo su conocimiento sobre el embarazo en la cabeza de Zhong Qing.
—Los signos de mi embarazo no eran muy buenos, y los mayores dijeron que lo mantuviera en secreto durante los primeros tres meses, por eso no te lo dije antes —no fue hasta que terminó que Zhong Qing explicó la razón del secreto.
—He oído hablar de esta tradición, está bien, siempre y cuando tú y el bebé estén sanos —Shen Mingzhu asintió con total comprensión.