—Después de que te fuiste, varios de nuestros empleados veteranos vinieron a mí —dijo—. Dijeron que no renunciarán y quieren participar en la capacitación en la Capital.
Shen Mingzhu ni siquiera levantó la vista.
—Diles que desde el momento en que presentaron sus formularios de renuncia, ya no fueron empleados de Shenji. Si quieren volver a trabajar en Shenji, serán tratados como nuevos empleados y pasarán por el proceso de contratación correspondiente —respondió.
Julie asintió.
—Entiendo —dijo.
Shen Mingzhu echó un vistazo a la lista de personal, su mirada se detuvo en el nombre de Lun Jiao.
Ella era la única empleada que pagaría su propio camino para esta capacitación.
Mingzhu recordó que se había unido a Shenji cuando Tianxiangyin abrió. Sus credenciales académicas eran bastante buenas; graduada de secundaria, y parecía ser muy inteligente.