—Hermano Shen, perdón por llegar tarde. No entendí muy bien la clase de hoy, así que me quedé para preguntarle al profesor. —Mirando a Lun Jiao jadeante, Shen Xiangnan se apresuró a decir— Está bien, yo acabo de llegar. Respira, toma un poco de soda.
Mientras hablaba, le entregó una lata de Jianlibao a Lun Jiao.
—Gracias, Hermano Shen. —Lun Jiao sonrió mientras la tomaba, jaló la lengüeta para beber justo cuando de repente le agarraron el cabello.
Al segundo siguiente, una bofetada aterrizó en su rostro, haciendo que soltara la lata de Jianlibao.
—¡Cómo te atreves, descarada zorra! No es de extrañar que mi hombre salga todas las noches: resulta que ha sido seducido por ti, pequeña zorrilla!
Jia Yuemei, que parecía haber salido de la nada, agarró a Lun Jiao y comenzó a golpearla y maldecirla.
Lun Jiao fue tomada por sorpresa y completamente incapaz de defenderse; Jia Yuemei la abofeteó varias veces seguidas.