—Escuchando las palabras del hijo mayor Liang, todas las miradas en la familia se fijaron instantáneamente en Liang Kean.
—No puedo ir.
—La negativa de Liang Kean dejó a su madre con el corazón roto y desesperada.
—Secándose las lágrimas, comenzó a hablar con un tono que recordaba al té verde rancio: "Kean, mamá no te culpa, esto es culpa mía, lo merezco".
—Los dos hermanos mayores no podían soportar ver llorar a su madre así, y se turnaban para tratar de persuadir a Liang Kean, insistiendo en que debía rogarle a Shen Hongmei sin importar qué.
—Kean, para decir la verdad, parte de la culpa de los problemas de mamá también es tuya. Si no hubiera sido por tu cita a ciegas con Shen Hongmei, nuestra familia no se habría involucrado con ella.
—Este sentimiento fue eco en toda la familia.
—Sin otra opción, Liang Kean tuvo que revelar la advertencia de Shen Hongmei.