—...¿Eh? —La reacción de Wenyan fue algo lenta, como si de repente el mundo entero se hubiera quedado en silencio.
—No sé. Tienes citas organizadas, entonces... ¿quieres ir a esas citas? ¿Qué opinas? —Wenyan no supo cómo responder por un momento y su respuesta incoherente devolvió la pregunta.
Una sonrisa amarga apareció en los labios de Shen Jingxiu; como esperaba, realmente no le importaba en absoluto.
Sin embargo, él todavía quería decirle lo que había en su corazón, pero temía que si perforaba ese delgado velo, incluso la relación superficial que tenían podría volverse difícil de sostener.
De repente, Shen Jingxiu se encontró ridículo, claramente resuelto a confesar sus sentimientos, pero vacilando en el último momento.
¿Cuándo se había vuelto tan indeciso?
Wenyan también sintió que la atmósfera no estaba bien y, sin esperar a que Shen Jingxiu hablara de nuevo, cambió inmediatamente de tema.