Pero por más que escaneaban una y otra vez, no encontraban ninguna irregularidad.
Los dos ancianos intercambiaron una mirada, suspirando internamente.
Estaban seguros de que uno de sus predecesores había robado su Vena Espiritual, pero ¿qué podían hacer al respecto?
La energía espiritual en este reino se volvía cada vez más escasa. Numerosos clanes y sectas hallaban difícil sostenerse y tenían que depender de clanes y sectas con Venas Espirituales para sobrevivir.
Pero su clan había creado muchos enemigos a lo largo de los años. Si la gente se enteraba de su Vena Espiritual robada, las consecuencias eran impensables.
—Chen Zhong, sella las noticias por el momento. No podemos dejar que los forasteros sepan sobre nuestra perdida Vena Espiritual —dijo un ancestro—. Mantén la calma por ahora. Investigaremos el asunto lentamente y sin prisas.
El ladrón no esperaría a que lo encontraran. Si causaban alboroto y alertaban a todos, sería lo más tonto y desastroso que podrían hacer.