—El asunto de Lu Jingyi, de verdad no quiero mencionarlo —dijo el narrador—. Una persona tan grande, abusando de un niño pequeño. Seguramente, ella sería la única capaz de hacer tal cosa. Su actual predicamento es por su propia culpa, no puede culpar a nadie más.
—Sin embargo, Wan Hui quería saber con urgencia, ¿sospechaba que algo le había pasado a Xiaojing? —Wan Hui estaba ansiosa.
—Xiaojun, dile a tu tía... —Lu Jianjun cortó el tema—. Tía, te vas a quedar aquí esta noche, mañana hablamos.
—Wan Hui estaba ansiosa:
— Xiaojun, tu mamá se olvida de Xiaojing, pero tu tía no. Dime, ¿le pasó algo a Xiaojing?
—Lu Jianjun notó que la tía realmente estaba preocupada por Lu Jingyi, si se enteraba que Lu Jingyi estaba en problemas, podría armar un escándalo en la estación de policía. Y ya es muy tarde —se narrantaba—. Tía, estás pensando demasiado, descansa temprano, hace frío en Kioto.
—Xiaojun se resiste a mencionarlo, lo que indica que realmente sí pasó algo.