Capítulo 426 Los actos indebidos requieren un precio a pagar

—Yo, Lin Xiao, puedo olvidar cualquier cosa menos a la segunda Señorita de la Familia Wan —miró a Wan Hui con desprecio.

—Lin Xiao, ¿qué me prometiste en aquel entonces? —resopló fríamente Wan Hui.

—Recuerdo haber prometido cuidar bien a esa chica. ¿Acaso no lo he hecho? La traté muy bien. Todo lo que quería, se lo compraba —miró a Wan Hui con burla.

—Lin Xiao, ¿dónde está Xiaojing? ¿Jugando juegos de palabras conmigo? —entrecerró los ojos ante el refinado Lin Xiao.

Desde que empezaste a jugar juegos de palabras, no me importa apuñalarte por la espalda.

Fuiste tú quien rompió nuestra cooperación.

—Ah, Wan Hui, debes haber sido traído aquí por tu buen sobrino al compuesto del distrito militar. ¿No te dijo que Jingyi fue llevada a la estación de policía? —estalló en risas Lin Xiao.

—¿Qué está pasando? —se levantó emocionada Wan Hui. Su tono interrogativo era evidente.

Si Xiaojun sabía que algo le había pasado a Xiaojing, ¿por qué no se lo dijo?