—Lu Hongxuan se volvió hacia Yun Hao —Mi hermana ya es consciente de sus errores. ¿Puedes perdonarla?
—Yun Hao echó una mirada de reojo a Lu Hongxuan y dijo sin rodeos —No.
—Lu Hongxuan, no te traje aquí para suplicar perdón —Las palabras de Lu Zhendong dejaron tanto a Lu Jianjun como a Yun Hao perplejos.
Pero Yun Hao no bajó la guardia.
Jamás permitiría que Lu Jingyi escapara.
—Lu Hongxuan no entendía el significado detrás de estas palabras —Papá, ¿no vamos a rescatar a mi hermana?
—Lu Zhendong fulminó a Lu Hongxuan con la mirada —Ella no es mi hija. ¿Por qué debería salvarla?
Estas palabras impactaron a Lu Jianjun.
Antes Lu Zhendong no estaba tan seguro de que Lu Jingyi fuera su hija. Incluso le pidió a Lu Jianjun que reconociera a Lu Jingyi como su hija, pero ahora, dice algo diferente.
—¿Podemos tener una habitación privada? —El Jefe de Policía asintió rápidamente e hizo los arreglos.
El guardia de seguridad se quedó en la puerta, y todos en la sala tomaron asiento.